El Departamento de Pastoral es un pilar fundamental dentro de nuestra comunidad educativa, cuyo objetivo es acompañar tanto en el ámbito humano como espiritual a cada uno de sus miembros. Este departamento, compuesto por profesores de pastoral, profesores de religión, delegados de apoderados y estudiantes, así como por quienes integran la catequesis y la pastoral juvenil, organiza la vida espiritual de la comunidad. A través de diversas actividades y proyectos, busca fortalecer los lazos de fe, promoviendo el crecimiento integral de todos los participantes y guiándolos en su desarrollo personal y espiritual.
Pastoral Juvenil
su objetivo principal, es formar jóvenes cristianos con vocación de servicio, integrando fe y cultura, construyendo un proyecto de vida que permita la
realización de la persona en nuestra sociedad con los valores del evangelio. Participan estudiantes de nuestro colegio desde 8° a 4 Medio.
La Catequesis en nuestra comunidad está dividida en dos importantes áreas de formación. La Catequesis familiar involucra tanto a niños como a sus padres, quienes juntos se preparan para recibir el sacramento de la Eucaristía, fomentando una experiencia de fe compartida en el hogar. Por otro lado, la Catequesis de confirmación está destinada a jóvenes y adultos que se preparan para recibir el sacramento de la Confirmación, fortaleciendo su compromiso con la fe y la Iglesia. Ambas instancias ofrecen un espacio de crecimiento espiritual, contribuyendo al desarrollo de una vida cristiana más profunda y consciente.
La Ceremonia de los 14 Hitos Pedagógicos, que acompaña a los estudiantes desde Pre-Kínder hasta Cuarto Medio, marca momentos clave en el desarrollo académico y espiritual de cada curso. En este recorrido, cada etapa educativa está representada por un signo específico que simboliza el aprendizaje y crecimiento correspondiente a su nivel. Asimismo, se pone énfasis en el capital de gracia, destacando cómo la fe se integra en la vida escolar, fortaleciendo la dimensión espiritual de los estudiantes. A lo largo de la ceremonia, cada curso tiene la oportunidad de reflexionar sobre su avance, trabajar lo que les corresponde de acuerdo a su etapa y reafirmar el compromiso con los valores que acompañan su formación integral. Este evento no solo celebra los logros académicos, sino también el crecimiento personal y espiritual de los estudiantes, en un camino de aprendizaje que los prepara para el futuro.
El objetivo es construir una cultura humanizadora, en contraste con la deshumanización de la época postmoderna. La pedagogía kentenijiana busca formar una nueva comunidad basada en personas responsables, dotadas de conocimientos, habilidades y actitudes.
Los Colegios María Educa siguen una línea pedagógica basada en los principios del Movimiento Apostólico de Schoenstatt. La separación por género en los cursos permite implementar estrategias educativas que potencian el desarrollo integral de los estudiantes según sus necesidades específicas, fomentando un ambiente de aprendizaje más enfocado. Además, la formación separada permite cultivar valores como el respeto, la convivencia sana y la excelencia académica, respetando la naturaleza y el crecimiento propio de cada alumno.
A pesar de la separación en las clases, los estudiantes participan en diversas actividades mixtas, como ceremonias religiosas, actividades pastorales, eventos deportivos y proyectos extracurriculares. Estas instancias promueven la integración, el trabajo en equipo y la convivencia entre varones y damas, fortaleciendo los lazos dentro de la comunidad escolar.
La visión de los Colegios María Educa es formar personas a imagen de Cristo y María, con principios católicos sólidos, brindando una formación académica y espiritual de excelencia. La educación busca preparar a los estudiantes para ser agentes de cambio en su realidad social y cultural, promoviendo un ambiente de familia y libertad donde puedan desarrollarse plenamente.
El Movimiento Apostólico de Schoenstatt es una fuente de inspiración para los colegios, proporcionando una base espiritual y educativa que fomenta la formación integral del estudiante. Los valores de este movimiento influyen en la pedagogía del colegio, destacando la importancia de la fe, el compromiso social y el desarrollo de una personalidad sólida y autónoma.
La educación Shoenstatiana ha permitido que los estudiantes se formen bajo principios católicos sólidos, desarrollando valores como la responsabilidad, la solidaridad y la autonomía. Este enfoque ha demostrado un impacto positivo en la comunidad educativa, al promover un ambiente de respeto, esfuerzo y sentido de pertenencia, permitiendo que los alumnos enfrenten los desafíos de su vida académica y personal con herramientas morales y emocionales.
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